Nuestra mente es la droga mas adictiva

Nos equivocamos al creer que existe una droga más fuerte, adictiva y dañina que nuestra MENTE. No podemos llenar el vacío, el dolor o la carga de culpas con el éxtasis del alcohol. Aunque el anestésico nos adormezca, solo la mente tiene el control. Identificamos todo lo que emana de ella como EGO, pero olvidamos que nuestras heridas se ocultan detrás del mismo. Considerando que la percepción es un sentir individual, dejamos de idealizarnos y fusionamos nuestro corazón. Así, dirigimos nuestros pensamientos con amor, aprendiendo a transformar el ruido del pensar en conciencia del actuar, y gradualmente alcanzamos ese DESPERTAR. Cuando Jesús habla de la purificación de nuestros pecados, nuestra mente lo interpreta como sacrificio, y el ego lo cuestiona bajo la espiritualidad, añadiendo que en este mundo todo es posible, nada debe sacrificarse y justificando el apego al vicio de nuestro pensamiento adormecido. Bajo nuestra realidad con la conciencia de Cristo, el sacrificio del ser humano despierto es LA FUERZA DE VOLUNTAD. Semillas del Alma, ya que todo es posible y la magia de nuestro interior se manifiesta en nuestras acciones. Cuando hablamos del amor y de su poder, lo más sencillo es validar todas nuestras emociones sin juzgarnos, cambiar nuestros pensamientos con determinación para purificar nuestra mente y conectarla con el corazón. Al transformar nuestras decisiones y mantener un equilibrio en todo lo que pensamos, hacemos y expresamos. El auténtico alquimista es quien cuida su cuerpo, equilibra su mente y nutre su alma. El equilibrio no es un porcentaje, es la armonía que cada uno de nosotros necesita al escuchar nuestro interior y reconocer nuestro exterior. Todos somos diferentes, pero nos conectamos a través del amor, sacrificando menos y amando la voluntad. Adonai - https://www.youtube.com/watch?v=11oDDtsog_w